Utopía, de Thomas More


Donde quiera que haya bienes y riquezas privadas, donde el dinero todo lo puede, es difícil y casi imposible que la República sea bien gobernada y próspera.

Considerad ahora que bien pocos de esos que trabajan ejercen oficios necesarios. Donde el dinero es todo poderoso hay que ejercer muchos oficios superfluos, los cuales sólo sirven para aumentar la suntuosidad y el desenfreno.

Se tendría que trabajar muy pocas horas para hacer todas las cosas que se necesitan para vivir holgadamente, y sin privarse de los placeres verdaderos y naturales.

Utopía, Thomas More.

Si atendemos únicamente las citas anteriores, parecería que Thomas More escribió su Utopía la semana pasada. Y que la escribió basándose en la ciudad de Uruapan o en cualquier otro lugar de la República Mexicana. Pero Thomas More no conoció Uruapan, y quizá la única república que conoció más fiel a su nombre fue la que nos heredó Platón en sus Diálogos.

En general, Utopía es una obra que trata sobre el modo de vida que lleva una república de dicho nombre. Es un relato en el que se desarrollan cuestiones inherentes a cualquier sociedad humana, tales como las religiones, la guerra, las leyes, el arte, los oficios, el ocio, los viajes, etcétera.

De forma breve y sencilla trataremos de abordar algunos de estos puntos y el modo en que son tratados en la República de Utopía:

En Utopía no se sufre de hambre. Es una comunidad organizada de tal modo que a ninguno de sus miembros le falta un sustento tan indispensable como es el alimento.

Es también una república en la que elementos tan naturales como el oro sólo despiertan burla si se tratan del modo en que se acostumbra en una cultura como la nuestra, es decir, como elementos de poder de un individuo.

Algo muy peculiar: en Utopía no hay abogados. Los utópicos no quieren tenerlos, pues, según ellos, “manejan artificiosamente los negocios y disputan sutilmente sobre las leyes. Creen que es mejor que cada uno defienda su pleito y declare ante el juez lo que habría confesado ante” el abogado. Además, en Utopía “son poquísimas las leyes, y, por sencillas y claras, fáciles de interpretar rectamente”.

A los utópicos les resulta absurdo que no se haga una exhaustiva revisión física de la persona que se ha elegido como compañera en nuestra vida, es decir, la mujer debe “ser mostrada desnuda al que pretende casarse con ella (…), y lo mismo el varón a la muchacha”.

Más allá de recomendaciones un tanto frívolas de esta gran obra, podemos decir que Utopía ha marcado el rumbo de muchos pueblos a lo largo de nuestra historia. Y Michoacán es un ejemplo de ello, pues cabe recalcar que Don Vasco de Quiroga basó gran parte de su labor social en el que para muchos fue su libro de cabecera, es decir, la obra de Thomas More, Utopía.
Libro recomendado por Baldomero Zamora Lomelí