Momo
Autor: Michael Ende

En la segunda mitad del siglo XX, casi tres décadas después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los países de primer y segundo mundo (capitalistas y comunistas, estrictamente hablando) se presentaban como ejemplos de lo que debería ser la aspiración del tercer mundo, Michael Ende escribe Momo (1993), una de las obras a las que el autor alemán debe su inmortalidad en nuestra literatura.

En las ruinas de un anfiteatro de Italia vive Momo, una niña de cien o ciento dos años que posee una gran virtud, la cual le permite hacerse de muchas amigos: sabe escuchar, de verdad escuchar, lo que la gente le platica, por eso es visitada por personas necesitan desahogarse contando sus penas, ya que Momo parece tener una solución para cada problema.

Sin embargo, y es aquí donde se justifica la referencia de los mundos de primer nivel mencionados, a la ciudad donde vive Momo llegan los hombres grises, extraños seres que viven a costa del tiempo de las personas. Llegan a la ciudad convenciendo a la gente para que les entregue su tiempo.

Los extraños seres, representantes del Banco de Tiempo, promocionan la idea de ahorrar el tiempo de cada persona, comprometiéndose a depositar en el Banco los ahorros para después devolverlos con intereses. Pero lo que verdaderamente hacen es que la gente lo olvide todo, todo menos la obsesión por ahorrar tiempo.

Así, poco a poco los hombres de gris provocan que la vida en la ciudad donde vive Momo se torne estéril. La gente se olvida de hacer cosas que se consideran una pérdida de tiempo, tales como la imaginación, el ocio, las artes, entre otras actividades que resultan esenciales en el ser humano.

A causa de los hombres grises, la vida en la ciudad se vuelve un mecanismo cuyo objetivo principal es ahorrar tiempo. Las casas, los edificios, la vestimenta de cada persona se hacen de la misma forma. Y la ironía en todo esto es que entre más tiempo se ahorra menos se tiene.

Sin embargo, la pequeña Momo representa en esta historia el enemigo a vencer de los hombres del tiempo, ya que su vida es todo lo contrario de lo que estos seres pretenden para el ser humano. Momo pone en marcha un plan para que la gente recupere su tiempo, para que vuelvan a la vida que llevaban antes de ser manipulados por los hombres grises.

Esta obra de Michael Ende, autor también de La historia interminable, incita a la reflexión sobre cuestiones que surgen con el estilo de vida que caracteriza nuestros tiempos, es decir, la mecanización con que se conduce la mayoría de la gente, las prisas con que todos vivimos, el sacrificio de una convivencia verdaderamente humana por la obtención de dinero (en este caso, tiempo), así como el valor real de nuestra existencia ante las formas de vida que resultan de una sociedad capitalista, utilitarista y deshumanizada como la desarrollada durante todo el siglo XX, la cual lamentablemente seguimos preservando.

Al final, la realidad de los tiempos modernos que denuncia esta novela trasciende el lenguaje fantástico con que fue escrita. Michael Ende nos hace reflexionar acerca del mundo que un día abandonamos para ingresar al mundo de los adultos, al mundo del trabajo mecanizado y sin sentido que nos permite tener más dinero mientras vivimos una angustiosa pobreza interna.

Libro recomendado por Jorge López Pineda