
Viaje a Ixtlán
Autor: Carlos Castaneda
Sólo como guerrero se puede sobrevivir en el camino del conocimiento. Porque el arte del guerrero es equilibrar el terror de ser hombre con el prodigio de ser hombre. Don Juan
Después de Las enseñanzas de Don Juan y Una realidad aparte, el autor nos adentra nuevamente en su recorrido por el camino del conocimiento de quien lo hace partícipe, Don Juan, ese viejo indio yaqui que ponía en aprietos a Castaneda siempre que había ocasión.
Castaneda cree que el conocimiento que Don Juan le imparte va de la mano con el uso de plantas alucinógenas, pero pronto descubre que esto no es así, de hecho, “las plantas de poder” sólo ocupan una minúscula parte dentro del enorme y antiguo conocimiento del que es aprendiz.
Mucho se ha discutido ya sobre la autenticidad de los relatos, la existencia del personaje principal de la obra literaria de Castaneda y el carácter antropológico de sus experiencias, que con gran detalle fueron descritas en sus notas, sin embargo, no es la tarea de hoy aportar un nuevo dato a favor o en contra sobre alguna de las discusiones que levantan polvo en torno a la figura del autor, sino, más bien, recomendar un libro cuyas líneas se cruzan con el misticismo, el chamanismo, el autoconocimiento y el papel del hombre en el mundo, por mencionar sólo algunos tópicos. Eso sí, siempre aderezado por el tinte juguetón, hasta malicioso y alegre, que sólo Don Juan le pone a cualquier situación.
En esta etapa del aprendizaje de Castaneda, los usos de “plantas de poder” y su mención son casi inexistentes, pues ahora no sólo se trata de conocer recetas mágicas, buscar ingredientes, etcétera, sino que ahora maestro y alumno emprenden una tarea por demás complicada y no menos admirada, la del conocimiento interior. Ahora la cacería se dirige al interior mismo de la persona de Carlos.
Don Juan, en esta etapa, le enseña conceptos que no sólo se quedan en el plano intelectual, tales como: ‘parar el mundo, la importancia personal, la muerte como consejera, el anillo de poder, ser inaccesible, volverse responsable,’ y un gran etcétera.
Términos que a menudo se emplean en los textos de superación personal. Y ¿Cómo no habrían de utilizarse? Si aquel que emprende el “camino del guerrero” ya no sólo es una persona más, sino ahora es alguien que no tiene historia personal, que sabe parar el mundo, que tiene a la muerte por consejera, que es responsable y es inaccesible, alguien que no tiene rutinas y que se hace accesible al poder, en fin, es ser mucho más que lo que normalmente somos y hacemos en la vida. Claro que estos términos y estas prácticas sólo las utilizan aquellos que tienen a un Don Juan Matus por mentor.
En fin, un bello relato que nos recuerda que la humanidad no somos mejores que ninguna especie cualquiera. Y deja claro que somos tan frágiles como el más insignificante bicho, en un mundo donde el cazador es la muerte y los seres vivos la presa, donde sólo hay tiempo para ser guerreros y alcanzar el conocimiento.
Recomendado por Salvador González Jaime, estudiante del tercer semestre de Filosofía de la UMSNH.
Autor: Carlos Castaneda
Sólo como guerrero se puede sobrevivir en el camino del conocimiento. Porque el arte del guerrero es equilibrar el terror de ser hombre con el prodigio de ser hombre. Don Juan
Después de Las enseñanzas de Don Juan y Una realidad aparte, el autor nos adentra nuevamente en su recorrido por el camino del conocimiento de quien lo hace partícipe, Don Juan, ese viejo indio yaqui que ponía en aprietos a Castaneda siempre que había ocasión.
Castaneda cree que el conocimiento que Don Juan le imparte va de la mano con el uso de plantas alucinógenas, pero pronto descubre que esto no es así, de hecho, “las plantas de poder” sólo ocupan una minúscula parte dentro del enorme y antiguo conocimiento del que es aprendiz.
Mucho se ha discutido ya sobre la autenticidad de los relatos, la existencia del personaje principal de la obra literaria de Castaneda y el carácter antropológico de sus experiencias, que con gran detalle fueron descritas en sus notas, sin embargo, no es la tarea de hoy aportar un nuevo dato a favor o en contra sobre alguna de las discusiones que levantan polvo en torno a la figura del autor, sino, más bien, recomendar un libro cuyas líneas se cruzan con el misticismo, el chamanismo, el autoconocimiento y el papel del hombre en el mundo, por mencionar sólo algunos tópicos. Eso sí, siempre aderezado por el tinte juguetón, hasta malicioso y alegre, que sólo Don Juan le pone a cualquier situación.
En esta etapa del aprendizaje de Castaneda, los usos de “plantas de poder” y su mención son casi inexistentes, pues ahora no sólo se trata de conocer recetas mágicas, buscar ingredientes, etcétera, sino que ahora maestro y alumno emprenden una tarea por demás complicada y no menos admirada, la del conocimiento interior. Ahora la cacería se dirige al interior mismo de la persona de Carlos.
Don Juan, en esta etapa, le enseña conceptos que no sólo se quedan en el plano intelectual, tales como: ‘parar el mundo, la importancia personal, la muerte como consejera, el anillo de poder, ser inaccesible, volverse responsable,’ y un gran etcétera.
Términos que a menudo se emplean en los textos de superación personal. Y ¿Cómo no habrían de utilizarse? Si aquel que emprende el “camino del guerrero” ya no sólo es una persona más, sino ahora es alguien que no tiene historia personal, que sabe parar el mundo, que tiene a la muerte por consejera, que es responsable y es inaccesible, alguien que no tiene rutinas y que se hace accesible al poder, en fin, es ser mucho más que lo que normalmente somos y hacemos en la vida. Claro que estos términos y estas prácticas sólo las utilizan aquellos que tienen a un Don Juan Matus por mentor.
En fin, un bello relato que nos recuerda que la humanidad no somos mejores que ninguna especie cualquiera. Y deja claro que somos tan frágiles como el más insignificante bicho, en un mundo donde el cazador es la muerte y los seres vivos la presa, donde sólo hay tiempo para ser guerreros y alcanzar el conocimiento.
Recomendado por Salvador González Jaime, estudiante del tercer semestre de Filosofía de la UMSNH.